Es un servicio indispensable para garantizar el derecho al ocio y a las actividades de las vacaciones de verano para los niños y niñas y jóvenes de los barrios de la ciudad donde estas necesidades no están al alcance de buena parte del vecindario. Las actividades no tienen ningún coste y se han definido de acuerdo con las necesidades de los barrios y de los vecinos y vecinas, y el Plan de barrios destina al proyecto un millón de euros.
Vinculación con el barrio
Uno de los casales con más demanda es el Baobab, en el que se han inscrito casi novecientos chicos y chicas, de entre 4 y 12 años, y que tiene lugar durante todo agosto en diez barrios de la ciudad de acción prioritaria como Baró de Viver, Sant Genís dels Agudells o la Marina de Port.
El Baobab, organizado conjuntamente con el Instituto Municipal de Educación, da protagonismo a los niños y niñas que tienen que desarrollar un proyecto en el barrio, incluye el servicio de comedor y dispone de un equipo de monitorización de 63 jóvenes, gran parte vinculados al asociacionismo educativo. Además, también dispone de un equipo de veladores y veladoras para los niños con necesidades educativas especiales.
Con el objetivo de promover el gusto por la lectura desde una vertiente lúdica, durante agosto y la primera quincena de septiembre se organiza también el Bibliocasal: una programación diseñada por ocho bibliotecas de la ciudad que ha ofrecido 720 plazas para niños y niñas de entre 6 y 12 años. Por otra parte, este verano han vuelto las actividades abiertas en el espacio público y los casales de agosto en las Roquetes, la Zona Nord, el Raval, el Turó de la Peira y la Prosperitat, con más de trescientos inscritos.
La crisis social generada por la COVID-19 ha evidenciado la necesidad de garantizar el derecho a las actividades de ocio, y por este motivo desde el verano del 2019 se programan más actividades.